
A una fase inicial
que ha permitido definir el nido como concepto ha seguido el trabajo en grupo del
diseño y la experimentación para llegar a su realización y construcción. Este proceso
de creación ha pasado por diferentes fases desde la definición de los
materiales, la configuración morfológica del espacio, hasta la definición del
proceso constructivo.
En el diseño de la instalación hemos tenido
claro, desde un principio, que el espacio no tenía que representar un condicionante
formal. Hay una intención muy clara de integrar la guía de techo parcialmente
electrificada como parte de la estructura que planteamos, como también alejarnos
de los elementos verticales. El objetivo era crear un espacio integrado en el
recinto pero que, al mismo tiempo, tuviese un carácter independiente en relación
al resto de elementos. Así como un nido en la naturaleza, el nido de la
instalación se adapta y optimiza el espacio de la sala.